Si antes habían dado señales claras de que Weezer estaban a punto (si no lo habían hecho ya) de saltar el perro tiburón, aquí ya no hay duda alguna y Rivers se entrega, sin pudor alguno, al pop-rock más formulaico y facilón al que no duda en añadir toques de los géneros más comerciales del momento EDM, Hip-Hop… (No hay que olvidar que durante esta época en directo se dedican a hacer versiones del Viva la vida de Coldplay y mash-ups de Lady Gaga con MGMT)
Quitarse, sin embargo, de en medio ciertas pretensiones y grandilocuencia de los dos anteriors discos les sienta bastante bien y, dentro del bochorno, el disco resulta mucho más cohesionado y disfrutable (al menos escuchado… More
El éxito de Beverly Hills supone una inyección de moral y adrenalina a Rivers Cuomo que le empuja a intentar replicarlo, por un lado, y le da alas para seguir aleándose del típico sonido Weezer por el otro.
Acompañando al single 100% formulaico (Pork & Beans), tenemos la respuesta a la opera rock del American Idiot de Green Day (The Greatest Man That Ever Lived), un par de singles pretendidamente gamberros (Troublemaker, Everybody Get Dangerous) y un sonrojante acercamiento a la radiofórmula nostálgica para padres (Heart Songs).
De nuevo se dispara en varias direcciones a la vez, y el intento de democratización del grupo por parte de Rivers, incluyendo tres canciones (en general bastante olvidables) escritas y cantadas por el… More
Con Make Believe, Weezer dan los primeros pasos claros fuera de ese contexto indie-alt-rock más canónico por donde siempre se habían movido; y entre canciones que ya empiezan a sonar a estadio (Beverly Hills, Perfect Situation), descartes escritos para la BSO de Shrek 2 (My best friend), experimentos con la instrumentación (Freak Me Out) y otro puñado de canciones con un sonido más o menos cercano a los Weezer clásicos, el disco no termina de encontrar un camino claro.
Por otro lado, Rivers empieza a meditar, por culpa de Rick Rubin, que también produce el disco, y comienza a hacer retiros anuales donde se tira 3 semanas sin hablar con nadie. De ahí salen unos sentimientos de humildad y arrepentimiento… More
Mientras giran presentando el álbum verde por medio mundo, Rivers se dedica a subir al foro de la banda en internet decenas de demos buscando la aprobación, comentarios y votación de los fans de cara a lanzar su continuación lo antes posible.
¿El resultado? Una especie de evolución/café para todos donde de repente hay riffs mucho más pesados (Recordemos que en esta época Rivers se declaraba fan fatal de Limp Bizkit), himnos pop-punkeros para toda la familia (Dope Nose, Keep Fishin'), un poquito más de oscuridad (Death and Destruction, Slob) y solos que ya no siguen la melodía vocal.
Un disco más disperso que su predecesor, con más dinámicas y variedad pero un poco como si tu colega que… More
Pinkerton es un descalabro. Rivers pierde la chaveta, pinta las paredes de su cuarto de negro y se encierra durante un año entero a analizar con excels y gráficos los secretos de las canciones de los Beatles y Oasis e intentar replicar, como si fuese una IA, la fórmula de la canción pop perfecta.
Y la cuestión es que el tio lo consigue. Sí, en el camino pierde toda la personalidad y lo orgánico de su sonido, las letras se convierten en un copia/pega de frases genéricas sin sentido entre sí y en los punteos se dedica a repetir, nota a nota, las melodías vocales, pero las canciones funcionan como un tiro.
De repente el chavalillo ese tan majo que conociste el verano pasado te lleva a su cuarto, desordenado y lleno de mierda, y te empieza a contar sus secretos más oscuros. Un disco crudo, desequilibrado e imperfecto pero tan honesto y auténtico que el descoloque de las primeras escuchas pronto abre paso a una auténtica devoción, a pesar de lo problemático de muchas letras.
El disco azul. Una mezcla inaudita entre actitud, letras y melodías naifs y guitarras abrasadoras. Imposible encontrar un disco tan redondo y que encapsule mejor el verano.
Están en un estado de forma innegable, son 100% ellos al mismo tiempo que se abren a nuevos sonidos y hay momentos muy brillantes. Pero claro, después de esa bestialidad llamada Bremen no existe, ¡Ahora! suena mucho menos centrado y cohesionado.
Vi el otro día como DCFC se tocaban esto enterito por el 20 aniversario después de siglos sin escucharlo y todo muy bien. Eso sí, casi lloro con Transatlanticism (Como siempre) hasta que me entró la risa porque me di cuenta que el final es un poco Coldplay.
A ver, tiene mucho de donde recortar y algunas horteradas que flipas, pero las enormes cantidades de daydreameo adolescente que dediqué a escucharlo hacen que sea incapaz de juzgar esto de una manera mínimamente objetiva.
No esperaba estar escuchando a Los campesinos en el 2024, pero supongo que la fijación que tiene mi hijo por el 7” de Death to Los campesinos era una premonición.
Alguien se viene arriba, la gente de confianza le hace la ola y le dice que qué guays las flautas en lugar de hacerle una intervención y claro, pasa lo que pasa… menudo turrón.
Estoy de subidón después de haberles visto en el Primavera por primera vez desde hace 15 años y aprovechando para ponerme discos de los que pasé bastante en su momento. Reconozco que aquí hay un poco de batiburrillo y repetición, pero cosas como Sextape hacen que te olvides de todo lo malo y que vuelvas a tener ganas de abrazar a Chino Moreno y acariciarle la perilla.