Alguien se viene arriba, la gente de confianza le hace la ola y le dice que qué guays las flautas en lugar de hacerle una intervención y claro, pasa lo que pasa… menudo turrón.
Los discos de Julia Holter se están volviendo progresivamente más difíciles, arriesgados y experimentales. A pesar de eso, este disco es un poco más accesible que Aviary, por lo menos la primera parte. En la segunda, la música se acerca más a las bandas sonoras que Holter está componiendo últimamente. Sigue haciendo música preciosa pero cada vez más chapa desde un punto de vista pop. Canción favorita: Spinning.