Nunca fui demasiado fan de Nick Cave, hay muchísimo en su propuesta que me parecen innecesarias o, incluso, llegan a molestarme. Por ejemplo, me molesta que cante. No creo que lo haga bien y no creo que lo haya hecho nunca. Además, su querencia punk dejó de justificar semejante ejercicio de tortura a partir del momento en que el que empezó a tomarse demasiado en serio a si mismo. También me molesta su gravedad impostada, esa que alcanza su cenit en Push the Sky Away y en Grinderman y, por momentos, raya la vergüenza ajena. Tampoco he conectado nunca con su característica idiosincrasia que, a mi juicio, es demasiado testerónica y me repele. Sin embargo, todo cambió con Skeleton Tree.… More