Ramirenko

Ojalá todo el pop fuese así de honesto y estuviera así de bien hecho.

Este asombroso disco debut es de 1992 y si no fuera por un vídeo de Rick Beato creo que no lo hubiera conocido nunca. Me resulta muy desconcertante que esta banda no tuviera un recorrido más amplio en una época en la que el shoegaze con voces femeninas de My Bloody Valentine, Slowdive o Lush iba para arriba o grupos como NIN mezclaban electrónica y rock de corte alternativo con bastante éxito. Incluso luego llegó Garbage y se hicieron millonarios con una propuesta vocal de características parecidas. Imagino que este ostracismo se debe a, como casi siempre, las caprichosas leyes del mercado musical. O quizá puede que sea por la horrorosa portada del álbum.

Bromas aparte, es una auténtica pena… More

Este EP te chuta toda la frialdad y angustia que cabría esperar de un dúo post-punk originario de Bielorrusia. Riffs de bajo con chorus y arpegios de guitarra con reverb que te arropan con melancólica oscuridad. Bien ejecutado y muy canónico. No inventan nada, pero entra muy bien, quizá precisamente por esa sencillez y falta de pretensiones.

Una de las maravillosas sensaciones que nos proporciona la música es la de “descubrir” tardíamente a una de esas bandas que te has pasado la vida ignorando de manera más o menos consciente. Afortunadamente, siempre llega el momento si esperas lo suficiente, y el mío con The Band llegó hace unos meses a raíz de ver su magnífico concierto de despedida rodado por Scorsese.

A mí este muchacho unas veces me parece un genio y otras un sinvergüenza. No se me interprete mal: creo que esto es algo bueno.

Su minimalismo lo-fi postpunk/darkwave me resulta en ocasiones un agradable soplo de aire fresco y otras veces puro cliché refrito de grupos clásicos. Lo mismo me pasa con sus letras. En cualquier caso, me tiene pillado desde hace bastante tiempo y me identifico bastante con algunas de las cosas que canta.

Si emociona, palante.