Muy elegante, muy hardcore. Solo soportaría semejante champú de gritos si vienen de parte de Jeff Rosenstock o, en su defecto, de Touché Amoré. Discazo. No excelente, pero discazo.
Que con seis discos bajo el brazo mantengan este nivel musical es admirable, manteniendo el equilibrio con influencias más post rock, el rock alternativo, el post punk o incluso indie, pero todo siempre muy hardcore. Una auténtica maravilla