Se ha repetido hasta la saciedad pero qué mérito que tiene sacarte de la manga un disco así a estas alturas del partido. The Cure no juegan a nada que no sea ser ellos mismos y el resultado es un disco precioso, oscuro y lleno de recovecos en el que perderse. Una auténtica joya que se abre con una de las canciones del año (Alone) y que no te suelta hasta que se acaba la catedralicia Endsong. Tela.
La gran sorpresa del año. Milan W. emerge como embajador de un sonido que igual se mira en Dean Blunt que en la psicodelia de nuevo cuño. Es simultáneamente vanguardista y suena antiguo. Uno de esos discos cuya desconexión con el momento actual le entrega, precisamente, una calidez y rotundidad que suenan a entrada a la eternidad. En bucle con él desde que empezó el frío.
Menos de media hora para un viaje que pasa con facilidad del house acuático (Goodmorning Babe) al confesional lo-fi (Runaway Pup, uno de los highlights del disco), o del R&B afectado a la electrónica con ecos Maxima FM (Stalk Me 151 to 170). Hay de todo en Notes To Self como para que cada oyente encuentre algo que le resulte apetecible y, lo que es aún mejor, seguramente todo lo que hay aquí dentro lo sea para vosotros. Uno de los debuts del año.
No sé cuánta gente más se habrá pasado su brat summer entre el disco de Charli y el de Alcalá Norte pero bueno, yo levanto la mano. Me cuesta recordar cuánto hace desde que salió una banda de aquí con un sonido tan definido y una personalidad tan fuerte. Son el cruce improbable entre un libro de Historia amarillento y Parálisis Permanente, entre La Mode y el himno de puño al viento. 11 canciones como 11 soles y cada una con algo que la hace especial. Sorry haters pero Alcalá Norte han venido para quedarse.