Por paradójico que resulte, este es el primer disco de The Cure que me ha enganchado y eso es algo emocionalmente potente. Songs of a Lost World se ha metido en mi y ha tocado muchas cosas, ha movido otras muchas y me ha emocionado todas y cada una de las veces que lo he escuchado, que son muchas. No es ya que se exprese de una forma clara, contundente y utilizando recursos que me llenan el espíritu, es que lo que dice, lo podría decir yo. It's all gone.
Escuchar a Robert Smith cantar cosas como “It’s all gone” o “I don’t belong here anymore” es fuerte, pero luego recuerdas que estás escuchando a una de las grandes British Intensas y que acaba de cumplir los 65 y le sigues el juego. También cantaba sobre tirarse de un barranco por amor hace 30 años y a nadie le parecía raro