Como pasar de una sala a otra en una macrodiscoteca durante una hora, con sus momentos para darlo todo en la pista, sus medios tiempos para pedirte otra o retomar el aire tras el trallazo anterior y su cierre apoteósico antes de que enciendan las luces.
Si lo escucho tengo que hacerlo de principio a fin, las partes sueltas se sienten huerfanísimas entre sí.