Podemos ver la tristeza como un regalo, y aun así seguir sintiendo que el peso del mundo es demasiado, que las estaciones seguirán pasando, que ésta podría ser la última. Y también los discos acojonantes no dejarán de llegar.
Y un día nos moriremos, y entonces ya no. Un futuro brillante, desde luego.
A pesar de (o gracias a) su austeridad y carácter desenfadado, Lenker consigue un pequeño milagro de disco con sus canciones, su voz y unas letras hirientes y bellas. Mira que Big Thief son un pedazo de banda, pero aquí casi no se echan de menos.