El primer disco que me acercó al jazz, y por estar leyendo Rayuela. Tenía 15 o 16 años y recuerdo esas tardes eternas de verano en las que todo está conclusamente inconcluso, y eres muy mayor para jugar a ser pequeño y muy pequeño para todo lo demás. Quemé este disco y le tengo muchísimo cariño. Gracias a él descubrí un montón de músicos -de los contenidos en este disco, y los que descubrí después tirando del hilo-.
No sabía muy bien qué coño estaba escuchando, pero me gustaba muchísimo. También me sirvió para hacerme la chula un poco más adelante entre algunos círculos de personas superguays, imagen que detesto y me hace reírme por la nariz al mismo tiempo.… More