Vrioon es como escuchar a un monstruo electrónico jugando a ser delicado. Alva Noto construye un tapiz de “ruiditos” y glitches tan precisos que parecen el chasquido de un mecanismo imposible, y ahí, flotando en ese mar de microexplosiones digitales, entra el piano de Sakamoto, elegante y fantasmagórico. No es que el piano esté en conflicto con esos loops como de maquinaria desquiciada, sino que se complementan en una especie de batalla silenciosa. Es como si un gigante sintético se entretuviera lanzando loops de sintetizador que parecen hechos de chispas y zumbidos, mientras el piano y el bajo intentan mantener el temple, sin ceder ante la brutalidad latente.
Cada nota de piano es un susurro en medio de una tormenta… More