Una de las maravillosas sensaciones que nos proporciona la música es la de “descubrir” tardíamente a una de esas bandas que te has pasado la vida ignorando de manera más o menos consciente. Afortunadamente, siempre llega el momento si esperas lo suficiente, y el mío con The Band llegó hace unos meses a raíz de ver su magnífico concierto de despedida rodado por Scorsese.