Hace unos años, una corriente de productores amateurs comenzó a percibir la segunda mitad de los noventa con el misticismo que el synthwave usó para hacernos creer que los neones podían extrapolarse a toda una estética ochentera.
Mediante el jungle y DnB propios de muchas bandas sonoras de la PS1, Pizza Hotline recalienta una música de menú de opciones para la vida cotidiana.