Es un disco al que vuelvo cada pocos meses desde que lo descubrí hace ochocientos años yendo en un coche a las tres de la mañana, de copiloto y un poco piripi. Me dio en la cara como imagino que me estaba dando el aire al bajar la ventanilla en ese momento.
Absolutamente todos los temas del disco merecen la pena, aunque Arise, awake y The base son posiblemente mis favoritos.