Un indispensable de la música cubana. Lo escucho y de inmediato me lleva de viaje. Me relaja. Es un disco que lo escucho y todo pierde esa aparente importancia y conecto con esa realidad isleña que a veces el ajetreo de la ciudad me hace olvidar y que en canario nos recordamos de forma habitual con el clarividente –"¡chacho/a, relájate!".