Bob Dylan es uno de esos músicos a los que he escuchado infinidad de veces por la importante cuestión circunstancial de compartir mi vida con un fan fatal suyo. Y sin haber llegado yo a entusiasmarme con su música, algunos discos sí me han gustado mucho. Y de ese puñado de discos que para mí sobresalían entre una discografía inabarcable, éste es sin duda mi favorito.