Creo que no tiene el mismo valor e interés sin el fantástico audiovisual autoproducido que acompaña a sus canciones. Pero para mi ha sido uno de los descubrimientos del año. Su tratamiento sobre los problemas de la “generación del contenido” y las secuelas que todo ello deja a nivel social y mental me parecen lo más cercano a un The Wall generacional que podemos tener.