by MJ Lenderman
Sí, el hype que se va a crear va a estar justificado. Es más, si escuchamos los discos previos de MJ Lenderman, se veía que iba a ocurrir lo de Manning Fireworks: una obra mayor. Wednesday, donde Lenderman toca la guitarra, ya tuvieron la suya el año pasado y ahora él, en solitario, reincide desde su zona favorita: esa Americana no fundamentalista, vista desde el indie-rock y de baja fidelidad.
Lenderman, frente a lo habitual en el género, no apuesta por lo serio. A sus canciones las atraviesan frases, y arreglos, que parecen medio de coña. "No estaría en el seminario si pudiese estar contigo", dice en el estribillo de Rudolph. "Go rent a Ferrari / And sing the blues / Believe that Clapton was the second coming", canta más tarde mientras a su protagonista le descubren en pelotas en plena infidelidad.
Clapton nunca fue la segunda llegada de Jesucristo, y Lenderman no se ha contagiado por la grandilocuencia. Su rock de raíces suena siempre en pequeñito, no en cinemascope. A ratos tan íntimo y delicado como algunas canciones de Sufjan Stevens, con quien no comparte nada salvo la capacidad, en el inicio de la carrera de este, de acercarse a lo grandilocuente desde composiciones y formas muy humildes. La bonita, y de hombre-orquesta, 'You Don't Know The Shape I'm In' es buen ejemplo.
En esas indecisiones constantes es donde navega con gracia. Tampoco nunca se acaba de poner triste del todo, incluso cuando su steel guitar y sus letras llenas de personajes a los que todo les sale mal deberían llevarle allí: en 'Wristwatch', mira su reloj caro, y se da cuenta de que tiene brújula para decirle que tú estás sola, de que tiene altavoz para gritarle que él también. Es un punto patético, un punto triste. Las guitarras se encabritan a lo Neil Young y se te pasa. En 'Rip Torn', la que más se acerca a llevarte al pozo, lo evita con la distorsión final y con frases como "You need to drink some water / It'll kill the need to puke / You need to learn / How to behave in groups", espetadas como si fueran lo más ligero posible.
Gracias a todo eso, cuando encuentra el camino del medio tiempo-himno, lo borda (‘She's Leaving you’). Y cuando se pone potente, como si quisiera que el espíritu de Drive-By Truckers lo imbuyese, también ('On My Knees' es perfecta; también socarrona: "Is it the quiet hiss of a midnight piss or a river turned to creek?"). Él, que siempre había querido extenderse en largos pasajes instrumentales y en solos de adoración guitarrera, esta vez se ha contenido.
Manning Fireworks tiene muchas cosas buenas, porque va acertando en todos los acercamientos a cosas distintas que va haciendo. Es sutil como no lo era Boat Songs (otro disco estupendo), socarrón y empático, muy divertido haga lo que haga y gozoso para los amantes de las guitarras. Tiene muchas cosas buenas, sí, pero lo mejor de todo es que insiste: MJ Lenderman va a ser mucho más a grande aún. Hay talento de sobra.
(Publicada inicialmente en Hipersónica)
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