Listeners
Avg. rating
4.2
Popularity
528

5/5 stars
Edited

Te tiras en la cama con una migraña que te aplasta el cráneo, y por alguna razón decides poner All Mirrors mientras cierras los ojos. Maldita sea. Apenas suena el primer acorde de “Lark” sientes que la presión en tu cabeza se multiplica por mil, como si el dolor mismo estuviera conspirando con las cuerdas para arrancarte el alma del cuerpo. Pero es que All Mirrors no es un álbum cualquiera, es una travesía épica, un maldito viaje astral que te lleva a lugares que ni sabías que existían, mucho menos cuando lo escuchas con el cerebro latiendo al ritmo del dolor.

Y entonces llegas a “New Love Cassette”, y todo lo que creías entender sobre la realidad se disuelve. Las cuerdas no vienen de este planeta, son como hilos negros que descienden del cielo, ondulando como si el mismo espacio-tiempo estuviera flotando alrededor de tu cabeza. Estás tumbado, flotando en el agua, boca arriba, sintiendo cómo el dolor y la música se entrelazan, y de repente el cielo se abre. SE ABRE. Y ahí está Angel Olsen, descendiendo como una diosa mística, montada en un ejército de caballos que galopan sobre las nubes, y tú, volando sobre acantilados que se extienden hasta el infinito, no puedes dejar de llorar.

La melodía se convierte en un vals, un vals cósmico en el que cada nota es un latigazo de emoción, y tu migraña ya no es solo dolor, es un portal a otro plano. Las cuerdas no tocan, levitan. Y tú con ellas, desmoronándote, flotando, y preguntándote si esto es lo que significa tocar el fondo de tu propia conciencia. Los bajos retumban como un eco desde el centro de la Tierra, y cada golpe es como una oleada de agua que te empuja más y más profundo, pero también te eleva a lugares donde el aire es tan ligero que parece que el mundo se ha desvanecido.

“Spring” te lanza a la cara esa línea, “I’m beginning to wonder if anything’s real”, y claro que te lo preguntas. Nada es real en este maldito sueño que estás viviendo. Es un espejismo, pero es tan desgarradoramente hermoso que no importa. Ya no es una canción, es una experiencia sobrenatural. Y entonces te das cuenta: Olsen no está cantando, está guiando un ritual en el que tú, con tu migraña, eres el sacrificio. Y lo aceptas. Porque hay algo purificador en dejar que esas cuerdas, esos bajos, esa voz que flota entre lo humano y lo divino, te destruyan completamente.

Con “Tonight” lloras, pero no es ese llanto desgarrado y desesperado; es un llanto que nace de lo más profundo, de ese rincón donde guardas todas las verdades que has estado evitando. Lloras porque, en ese momento, sientes la liberación serena de alguien que con cada “without you” da un paso más hacia la libertad. Llora si quieres, pero de alivio, porque esta letra es la banda sonora de una victoria personal.

Y cuando llegas a “Chance”, ya no eres el mismo. Has llorado, has flotado, has volado sobre precipicios y has visto a Angel Olsen descender desde los cielos para arrebatarte la cordura. Y te quedas allí, roto, pero extrañamente en paz. All Mirrors no es solo un disco, es una experiencia de otro mundo, una marea emocional que te arrastra hacia dentro de ti mismo, y no hay escapatoria. No puedes escuchar este álbum y salir ileso, especialmente con una migraña. Pero la verdad, ni lo querrías.

¿Es All Mirrors un álbum fácil? No. ¿Te va a gustar a la primera escucha? Probablemente no. Pero, ¿vale la pena dedicarle tiempo y perderte en sus capas? Absolutamente. Si alguna vez has querido saber cómo se siente ser arrollado emocionalmente por una orquesta de 11 piezas mientras una voz te cuenta todas las verdades que has estado evitando, este es tu disco. Angel Olsen no está aquí para que la entiendas; está aquí para desafiarte. Y, sinceramente, qué regalo tan inesperado y maravilloso es eso.

Comments

Showing 0 comments

You need to be logged in to comment.